La variada oferta para el lunes 19 se completa con el nuevo ciclo del Aula de Cine, que tras el parón de enero por los exámenes regresa con una propuesta que creo es realmente interesante: una retrospectiva dedicada el guionista y director Abraham Polonsky. Mentiría si negara que me hace especial ilusión. Por un lado continúa la idea iniciada el año pasado de dedicar ciclos a guionistas de cine, algo que no es muy habitual. Por otro, el que lo protagonice un señor no especialmente (re)conocido, que realizó pocas películas porque fue víctima de la caza de brujas en Hollywood y que sin embargo cuenta en su haber con algunos títulos sobresalientes.
Abraham Lincoln Polonsky (Nueva York, 1910-Beverly Hills, California, 1999) nació en el seno de una familia de inmigrantes judíos rusos. Su padre, farmacéutico, era un hombre culto de ideología socialista, que influyó en el desarrollo intelectual de su hijo. Desde muy joven decidió que quería dedicarse a escribir. Tras estudiar Derecho en la Universidad de Columbia, ejerció unos años la abogacía pero en 1937 optó por volcarse de lleno con su gran pasión, la literatura. Así, escribió varios ensayos, novelas y guiones, tanto radiofónicos como cinematográficos. Ya contratado por la Paramount, partió a Europa para servir en la II Guerra Mundial. A su regreso redactó para la citada productora su primer guión, En las rayas de la mano (Golden Earrings, Mitchel Leisen, 1947), divertida, aunque discreta, comedia a mayor gloria de Marlene Dietrich y que no permitía augurar lo que vendría después. Más destacables fueron sus siguientes trabajos, los libretos para Cuerpo y alma (Body and Soul, 1947) de Robert Rossen, y La fuerza del destino (Force of Evil, 1948). Esta última la dirigió él mismo tras ser alentado por John Garfield, protagonista de los dos filmes. Ambos denuncian la corrupción y la injusticia existente en la sociedad. Textos mucho más personales que le dieron merecida fama y que son valorados como fundamentales del cine negro. Fueron realizados en el seno de Enterprise Productions, una pequeña productora independiente de tendencia progresista y por tanto blanco perfecto para los inquisidores de la caza de brujas. Este acontecimiento no tardó en afectar a Polonsky, quien al parecer ya estaba incluido en listas negras por su pertenencia al Partido Comunista. Cuando fue llamado a declarar en 1951, se negó a cooperar con la Comisión de Actividades Antiamericanas. Pasó irremediablemente a estar bajo sospecha y caer en el ostracismo, llegando a ser calificado como “un ciudadano muy peligroso”. Se truncó así una más que prometedora carrera. Polonsky no pudo volver a firmar obras con su nombre hasta 1968, teniendo que trabajar bajo seudónimo. Se dedicó sobre todo a la televisión, donde no pudo llevar a cabo los proyectos que deseaba. En este periodo hay que destacar su participación en la potente Apuestas contra el mañana (Odds Against Tomorrow, Robert Wise, 1959 –no estrenada comercialmente en España–), una pesimista historia en ambiente de cine negro. Se trata de uno de los trabajos que tuvo que entregar con una tapadera. No fue hasta 1997 cuando el Sindicato de Escritores de América restauró su nombre en los créditos de la película. En 1968 firmó su guión para Brigada homicida (Madigan, Don Siegel), esta vez ya con su nombre acreditado, y poco después pudo volver a dirigir con El valle del fugitivo (Tell Them Willie Boy is Here, 1969), también guionizada por él. Murió en 1999 de un ataque al corazón. Su última batalla fue la protesta por el Oscar honorífico concedido a Elia Kazan, un arrepentido en la caza de brujas que delató a compañeros, excelente cineasta por otra parte.
Polonsky no dirigió ni escribió muchas más obras que las citadas. O al menos no se tiene constancia de ellas ya que todavía puede haber filmes firmados por otro o con seudónimo que no se han descubierto; él mismo no quiso revelarlos por respeto a los que le habían ayudado. Sin lugar a dudas, las que componen este ciclo son las más importantes de su trayectoria y las que justifican la realización de esta retrospectiva. Su visión crítica sobre el mundo, a veces escéptica y amarga, le convierten por derecho propio en un lúcido cronista del ser humano y del tiempo que le tocó vivir.
Las sesiones tendrán lugar en el Salón de Actos de la Biblioteca María Moliner (nueva biblioteca de Filosofía y Letras en el campus de la plaza San Francisco), a partir de las 19:15 horas y con entrada libre. Siempre que sea posible las películas se visionarán en V.O.S.E. Coordina y presenta, un servidor.
El ciclo completo:
19/02 En las rayas de la mano de Mitchell Leisen. 91 min. 1947, EEUU
21/02 Cuerpo y alma de Robert Rossen. 101 min. 1947, EEUU
23/02 La fuerza del destino de Abraham Polonsky. 75 min. 1948, EEUU
26/02 Apuestas contra el mañana de Robert Wise. 96 min. 1959, EEUU
27/02 Brigada homicida de Don Siegel. 97 min. 1968, EEUU
28/02 El valle del fugitivo de Abraham Polonsky. 91 min. 1969, EEUU
Una entrevista con Polonsky (en inglés)
Más información del ciclo
Abraham Lincoln Polonsky (Nueva York, 1910-Beverly Hills, California, 1999) nació en el seno de una familia de inmigrantes judíos rusos. Su padre, farmacéutico, era un hombre culto de ideología socialista, que influyó en el desarrollo intelectual de su hijo. Desde muy joven decidió que quería dedicarse a escribir. Tras estudiar Derecho en la Universidad de Columbia, ejerció unos años la abogacía pero en 1937 optó por volcarse de lleno con su gran pasión, la literatura. Así, escribió varios ensayos, novelas y guiones, tanto radiofónicos como cinematográficos. Ya contratado por la Paramount, partió a Europa para servir en la II Guerra Mundial. A su regreso redactó para la citada productora su primer guión, En las rayas de la mano (Golden Earrings, Mitchel Leisen, 1947), divertida, aunque discreta, comedia a mayor gloria de Marlene Dietrich y que no permitía augurar lo que vendría después. Más destacables fueron sus siguientes trabajos, los libretos para Cuerpo y alma (Body and Soul, 1947) de Robert Rossen, y La fuerza del destino (Force of Evil, 1948). Esta última la dirigió él mismo tras ser alentado por John Garfield, protagonista de los dos filmes. Ambos denuncian la corrupción y la injusticia existente en la sociedad. Textos mucho más personales que le dieron merecida fama y que son valorados como fundamentales del cine negro. Fueron realizados en el seno de Enterprise Productions, una pequeña productora independiente de tendencia progresista y por tanto blanco perfecto para los inquisidores de la caza de brujas. Este acontecimiento no tardó en afectar a Polonsky, quien al parecer ya estaba incluido en listas negras por su pertenencia al Partido Comunista. Cuando fue llamado a declarar en 1951, se negó a cooperar con la Comisión de Actividades Antiamericanas. Pasó irremediablemente a estar bajo sospecha y caer en el ostracismo, llegando a ser calificado como “un ciudadano muy peligroso”. Se truncó así una más que prometedora carrera. Polonsky no pudo volver a firmar obras con su nombre hasta 1968, teniendo que trabajar bajo seudónimo. Se dedicó sobre todo a la televisión, donde no pudo llevar a cabo los proyectos que deseaba. En este periodo hay que destacar su participación en la potente Apuestas contra el mañana (Odds Against Tomorrow, Robert Wise, 1959 –no estrenada comercialmente en España–), una pesimista historia en ambiente de cine negro. Se trata de uno de los trabajos que tuvo que entregar con una tapadera. No fue hasta 1997 cuando el Sindicato de Escritores de América restauró su nombre en los créditos de la película. En 1968 firmó su guión para Brigada homicida (Madigan, Don Siegel), esta vez ya con su nombre acreditado, y poco después pudo volver a dirigir con El valle del fugitivo (Tell Them Willie Boy is Here, 1969), también guionizada por él. Murió en 1999 de un ataque al corazón. Su última batalla fue la protesta por el Oscar honorífico concedido a Elia Kazan, un arrepentido en la caza de brujas que delató a compañeros, excelente cineasta por otra parte.
Polonsky no dirigió ni escribió muchas más obras que las citadas. O al menos no se tiene constancia de ellas ya que todavía puede haber filmes firmados por otro o con seudónimo que no se han descubierto; él mismo no quiso revelarlos por respeto a los que le habían ayudado. Sin lugar a dudas, las que componen este ciclo son las más importantes de su trayectoria y las que justifican la realización de esta retrospectiva. Su visión crítica sobre el mundo, a veces escéptica y amarga, le convierten por derecho propio en un lúcido cronista del ser humano y del tiempo que le tocó vivir.
Las sesiones tendrán lugar en el Salón de Actos de la Biblioteca María Moliner (nueva biblioteca de Filosofía y Letras en el campus de la plaza San Francisco), a partir de las 19:15 horas y con entrada libre. Siempre que sea posible las películas se visionarán en V.O.S.E. Coordina y presenta, un servidor.
El ciclo completo:
19/02 En las rayas de la mano de Mitchell Leisen. 91 min. 1947, EEUU
21/02 Cuerpo y alma de Robert Rossen. 101 min. 1947, EEUU
23/02 La fuerza del destino de Abraham Polonsky. 75 min. 1948, EEUU
26/02 Apuestas contra el mañana de Robert Wise. 96 min. 1959, EEUU
27/02 Brigada homicida de Don Siegel. 97 min. 1968, EEUU
28/02 El valle del fugitivo de Abraham Polonsky. 91 min. 1969, EEUU
Una entrevista con Polonsky (en inglés)
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