Desde hace 25 años la Filmoteca (dirigida en su departamento de Difusión y Exhibición por Leandro Martínez) es el refugio de los cinéfilos de la ciudad para poder ver películas en versión original subtitulada y obras que hasta ese momento no había podido disfrutar o que no se habían estrenado en la ciudad. A lo largo de estos años ha tenido varias sedes empezando por el antiguo, y desaparecido, cine Fuenclara (más tarde Arlequín), el Teatro del Mercado, el cine Elíseos, el salón de actos de la CAI en el Paseo de las Damas y la actual sede del Palacio de los Morlanes. Somos muchos los aficionados que pensamos que no es el espacio más adecuado que pudo haberse realizado cuando se inauguró como supuesta sede fija. Pero entre y eso y nada, lógicamente preferimos que sea así. Por otra parte, también hay muchos interesados en el cine que se quejan de la repetición de programas y de que en muchos casos sean filmes fáciles de ver hoy día. Yo aquí no estoy de acuerdo ya que me parece muy importante que las nuevas generaciones puedan ver las películas clásicas en celuloide y en una sala de cine. No soy especialmente ortodoxo en el tema de los formatos pero si hay un lugar donde el cine ha de verse en su soporte más conocido, ese es la Filmoteca. Esperemos que nuestras autoridades sean capaces de hacer un buen proyecto para el futuro y que no caiga en el olvido.
Mañana, día 21, la Filmoteca inicia dos ciclos. Por un lado, Vivir juntos, una serie de películas que hablan sobre la integración o la dificultad de integración de los inmigrantes, de los jóvenes, de los parados y de los marginales y que miran a la sociedad francesa de hoy. Colabora el Instituto Francés y en su web se puede consultar más información al respecto. Por otro, una retrospectiva dedicada a Billy Wilder, de quien el año pasado se cumplieron los 100 años de su nacimiento. En 1998 la Filmoteca ya dedicó un ciclo al famoso cineasta pero además del tiempo transcurrido está muy bien que los jóvenes tengan la oportunidad de ver en un cine películas tan estupendas como Medianoche (Midnight, 1939; dirigida por Mitchell Leisen, con guión de Wilder y Charles Brackett), Ninotchka (1939; Ernst Lubitsch con guión de Wilder y Brackett), Perdición (Double Indemnity, 1944), El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, 1950), El gran carnaval (Ace in the Hole, 1951), Traidor en el infierno (Stalag 17, 1953; una de las favoritas del director), Ariane (Love in the Afternoon, 1957), Con faldas y a lo loco (Some Like it Hot, 1959) o El apartamento (The Apartment, 1960), que serán algunas de las proyectadas a lo largo de febrero-marzo. Sí, es cierto que son títulos sobradamente conocidos por los veteranos, y otros que no lo son tanto pero que llevan ya mucho cine acumulado en sus retinas. Lo ideal es que se acercara a la Filmoteca la juventud amante del cine. Déjenme ser ingenuo en esto y pensar que habrá más de uno que quiera (re)descubrir el cine de Billy Wilder. Ver estas y otras películas siempre es un placer.
La Filmoteca se encuentra en el Palacio de los Morlanes (Plaza de San Carlos, 4); exhibe sus ciclos de miércoles a sábado, generalmente en horario de 18:00, 20:00 y 22:00 horas (salvo cuando alguna película excede las dos horas de metraje) y la entrada cuesta 2 Euros.
Para estar al tanto de su programación semanal recomiendo consultar la prensa o recoger la tarjeta que se distribuye en los expositores de postalfree. También se puede mirar en internet en esta dirección.
Mañana, día 21, la Filmoteca inicia dos ciclos. Por un lado, Vivir juntos, una serie de películas que hablan sobre la integración o la dificultad de integración de los inmigrantes, de los jóvenes, de los parados y de los marginales y que miran a la sociedad francesa de hoy. Colabora el Instituto Francés y en su web se puede consultar más información al respecto. Por otro, una retrospectiva dedicada a Billy Wilder, de quien el año pasado se cumplieron los 100 años de su nacimiento. En 1998 la Filmoteca ya dedicó un ciclo al famoso cineasta pero además del tiempo transcurrido está muy bien que los jóvenes tengan la oportunidad de ver en un cine películas tan estupendas como Medianoche (Midnight, 1939; dirigida por Mitchell Leisen, con guión de Wilder y Charles Brackett), Ninotchka (1939; Ernst Lubitsch con guión de Wilder y Brackett), Perdición (Double Indemnity, 1944), El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, 1950), El gran carnaval (Ace in the Hole, 1951), Traidor en el infierno (Stalag 17, 1953; una de las favoritas del director), Ariane (Love in the Afternoon, 1957), Con faldas y a lo loco (Some Like it Hot, 1959) o El apartamento (The Apartment, 1960), que serán algunas de las proyectadas a lo largo de febrero-marzo. Sí, es cierto que son títulos sobradamente conocidos por los veteranos, y otros que no lo son tanto pero que llevan ya mucho cine acumulado en sus retinas. Lo ideal es que se acercara a la Filmoteca la juventud amante del cine. Déjenme ser ingenuo en esto y pensar que habrá más de uno que quiera (re)descubrir el cine de Billy Wilder. Ver estas y otras películas siempre es un placer.
La Filmoteca se encuentra en el Palacio de los Morlanes (Plaza de San Carlos, 4); exhibe sus ciclos de miércoles a sábado, generalmente en horario de 18:00, 20:00 y 22:00 horas (salvo cuando alguna película excede las dos horas de metraje) y la entrada cuesta 2 Euros.
Para estar al tanto de su programación semanal recomiendo consultar la prensa o recoger la tarjeta que se distribuye en los expositores de postalfree. También se puede mirar en internet en esta dirección.
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