miércoles, 25 de abril de 2007

“Citizen Dog” en el Aula de Cine

Hace unos años un director tailandés llamado Wisit Sasanatieng sorprendió a propios y extraños con una película titulada Las lágrimas del Tigre Negro (Fah talai jone, 2001). Se trataba de su debut en el largometraje y fue seleccionada para exhibirse en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes. Obtuvo un gran éxito y gracias a eso conoció una distribución internacional. Incluso llegó a las pantallas zaragozanas, mediante los cines Renoir que además la pusieron en v.o.s.e., algo que en los últimos años no es muy habitual. Un poco después, Roberto Sánchez la recuperó para el experimento de las sesiones golfas en versión original que llevó a cabo con la colaboración de los mismos Renoir. Una exitosa sesión, con un entregado público que se lo pasó de maravilla. El film es un deliberado pastiche de melodrama y acción, con un intencionado toque kitsch. Los bandidos de la historia visten como vaqueros de un western musical y la fotografía, de acusados tonos pastel, resalta todo ello. Desde luego el colorido es espectacular. Probablemente hubiera hecho las delicias de Andy Warhol. La mezcla de géneros, el homenaje a cierto cine de aventuras que se consumía en Tailandia y el no tomarse en serio la historia que cuenta, hace de Las lágrimas del Tigre Negro una película tan curiosa como divertida.

Sasanatieng ha continuado haciendo cine. De hecho ha realizado dos filmes más y ahora mismo se encuentra en labores de preproducción del que será su cuarto largometraje. Sin embargo no hemos vuelto a saber de él, salvo porque su segundo trabajo se exhibió en el Festival de Cine de Cataluña (o sea, Sitges). Citizen Dog (Mah nakorn, 2004) es un cuento urbano, irónico y entrañable al mismo tiempo y con personajes un tanto atribulados que encuentran su camino gracias al amor. Todo ello sazonado con grandes dosis de humor y surrealismo. La mirada que ofrece Sasanatieng sobre el Bangkok actual está alejada de otros cineastas del país, pongamos por caso la visión más negra que tiene Pen-ek Ratanaruang en Seis nueve (Ruang talok 69, 1999), aunque eso no quiere decir que sea completamente amable sino todo lo contrario. Sasanatieng reviste su historia de cuento fantástico. Y nuevamente con un tratamiento del color muy especial, donde las tonalidades vivas cobran una gran importancia en la creación del particular universo de su director.

Esta tarde, el Aula de Cine dentro del ciclo Cine tailandés contemporáneo, que va camino de su finalización, ofrece la oportunidad de ver este filme que de otra manera es muy difícil que se vea en la ciudad. Será en el Salón de Actos de la Biblioteca María Moliner (nueva biblioteca de Filosofía y Letras en el campus de la plaza San Francisco), a partir de las 19:00 horas y con entrada libre.

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