Ayer se clausuró el XIV Festival de Cine de Zaragoza con la entrega de premios (ver palmarés aquí). Unos días antes, el viernes, se celebró un acto para reconocer la labor de una entidad o persona por su apoyo al mundo del cine en Aragón y recordar además la figura de Alberto Sánchez. Lógicamente llama mucho más la atención, mediáticamente hablando, que se premie a Lola Dueñas o a Mario Casas, pero personalmente me interesa mucho más que se haya creado este año un galardón como este. Con motivo del evento, el Festival me encargó un texto sobre el premio y la entidad distinguida, que ha sido la Sección de Cine de la Agrupación Artística Aragonesa. Como el catálogo se ha editado con una versión reducida debido al espacio disponible, aunque lo básico está todo, aprovecho mi blog para publicarlo entero.
En esta decimocuarta edición se concede por vez primera el Premio “Manuel Rotellar”, para distinguir a una entidad o persona por su dedicación y esfuerzo en todo lo concerniente al cine. ¡Qué nombre tan afortunado! Tan olvidadizos como somos y tan dados a situarnos en el presente sin acordarnos de lo que hubo tiempo atrás, este galardón honorífico es también memoria. Especialmente para las nuevas generaciones de aficionados, que así pueden conocer la existencia y labor de figuras fundamentales para el audiovisual aragonés pero de las que normalmente no se habla en las escuelas de cine.
Indudablemente, Manuel Rotellar (1923-1984) es una personalidad fundamental para el cine en Aragón. Un auténtico pionero que dedicó su vida al arte cinematográfico como crítico, investigador, programador o actor de numerosos cortos amateurs. Con poco más de 20 años ya era el encargado de la programación del Cine Club de Zaragoza, a mediados de los años cuarenta, donde ingresó tras ganar un concurso de críticas de cine convocado por el cine club. Allí además, se encargó también de los folletos que se repartían a los asistentes y llegó a ser director del mismo. Su trayectoria es muy amplia y abarca unos 40 años de historia. La simple enumeración de sus muchas actividades y publicaciones nos ocuparía varios largos párrafos. De todas ellas podemos destacar, por su vinculación directa con nuestra región, los ciclos dedicados a lo aragonés o los aragoneses en cine que llevó a cabo entre los años 1970 y 1974: cinco ediciones celebradas en Zaragoza –a excepción de la última que tuvo lugar en Barbastro– de las que quedó constancia en forma de libro, con textos fundamentales para posteriores investigaciones sobre la historia del cine local. En los últimos años fue director del Departamento de Investigación y Archivo de la Filmoteca de Zaragoza, desde su creación a comienzos de los ochenta y cuya colección propia nutrió a esta institución. Su temprano fallecimiento truncó un camino en el que todavía tenía mucho que hacer y decir. Este premio es también un homenaje a su persona.
Por unanimidad, se ha decidido que el primer reconocimiento sea para la Sección de Cine de la Agrupación Artística Aragonesa. Esta sociedad cultural se fundó en 1918 y, tal como se indica en su página web, “nació de un grupo de amantes de lo artístico y especialmente de lo Aragonés”, siendo “fundada con la finalidad de agrupar a todos los artistas nacidos o educados en Aragón”. En un principio se dedicó sobre todo al arte teatral y lírico, pero pronto surgieron otras secciones consagradas a la literatura, el ajedrez, la jota, la filatelia y miniaturismo, así como el Radio Club de Aragón. La sección de cine se creó a finales de los ochenta con el nombre de Sefilma (Sección Filmográfica Audiovisual). Como otros conjuntos del momento, surgió con la desaparición de la Tertulia Cinematográfica Aragonesa con sede en el Café Levante. Por el grupo han pasado personas como Enrique Susín, Patxi García, Chema Novoa, Pilar Ibarzo, Carlos Pallarés, Javier Estella, José Manuel Fandos o Luz Gabás, y más recientemente han buscado su apoyo realizadores como Fernando Usón, Roberto Aznar o Emilio Larruga. Su cabeza visible es Pedro Aguaviva, un incansable hombre de cine. Desde su debut, en 1975 con Este férreo mundo con la que obtuvo el Gran Premio (ex-aequo) en la última edición del Festival Nacional de Cine Amateur de la Ciudad de Zaragoza en 1976, no ha dejado de dirigir convirtiéndose así en el decano de los realizadores amateurs de Aragón.
Lo interesante del colectivo es que no se ha ceñido exclusivamente a la elaboración de cortometrajes sino que además, con una gran amplitud de miras, ha organizado cursos de formación en lenguaje audiovisual, cuando no existía tan apenas la formación reglada de este ámbito en la ciudad, o ha desarrollado muestras de cine en el momento en que Zaragoza carecía de festival cinematográfico. En esta última faceta, hay que destacar la Muestra Aragonesa de Cine Independiente que se organizó en 1990 con Pedro Aguaviva como coordinador. Las siguientes ediciones fueron en los años 1991, 1992, 1994 y 1996 bajo la denominación de Muestra Aragonesa de Cine y Vídeo Independiente y tras la última, la quinta, dejó de celebrarse. Su apoyo a la difusión del cine hecho en Aragón y/o por aragoneses desde el ámbito aficionado ha sido encomiable y totalmente necesario.
Sefilma no sólo ha recogido el espíritu de la desaparecida Tertulia Cinematográfica Aragonesa sino que ha sabido mantenerlo durante mucho tiempo prolongando el arrojo y valentía de los pioneros, llevando a cabo una actividad fundamental de promoción del cine en todas sus facetas, con un fuerte espíritu crítico cuando ha hecho falta en una tierra de cine y cineastas, sí, pero con numerosos problemas y trabas de todo tipo. Todo esto y más lo convierten en absoluto merecedor de este primer galardón Manuel Rotellar. ¡Gracias por vuestro trabajo y enhorabuena!
En la foto, Pedro Aguaviva.
Nota: Aprovecho la publicación de este texto para recordar que la excepcional Vicky Calavia ha realizado un documental sobre la figura de Manuel Rotellar y ha abierto un blog dedicado a su figura y a la película.
Actualización: Entrada de Vicky Calavia sobre el premio en el blog Manuel Rotellar. Apuntes desde la fila 8.
En esta decimocuarta edición se concede por vez primera el Premio “Manuel Rotellar”, para distinguir a una entidad o persona por su dedicación y esfuerzo en todo lo concerniente al cine. ¡Qué nombre tan afortunado! Tan olvidadizos como somos y tan dados a situarnos en el presente sin acordarnos de lo que hubo tiempo atrás, este galardón honorífico es también memoria. Especialmente para las nuevas generaciones de aficionados, que así pueden conocer la existencia y labor de figuras fundamentales para el audiovisual aragonés pero de las que normalmente no se habla en las escuelas de cine.
Indudablemente, Manuel Rotellar (1923-1984) es una personalidad fundamental para el cine en Aragón. Un auténtico pionero que dedicó su vida al arte cinematográfico como crítico, investigador, programador o actor de numerosos cortos amateurs. Con poco más de 20 años ya era el encargado de la programación del Cine Club de Zaragoza, a mediados de los años cuarenta, donde ingresó tras ganar un concurso de críticas de cine convocado por el cine club. Allí además, se encargó también de los folletos que se repartían a los asistentes y llegó a ser director del mismo. Su trayectoria es muy amplia y abarca unos 40 años de historia. La simple enumeración de sus muchas actividades y publicaciones nos ocuparía varios largos párrafos. De todas ellas podemos destacar, por su vinculación directa con nuestra región, los ciclos dedicados a lo aragonés o los aragoneses en cine que llevó a cabo entre los años 1970 y 1974: cinco ediciones celebradas en Zaragoza –a excepción de la última que tuvo lugar en Barbastro– de las que quedó constancia en forma de libro, con textos fundamentales para posteriores investigaciones sobre la historia del cine local. En los últimos años fue director del Departamento de Investigación y Archivo de la Filmoteca de Zaragoza, desde su creación a comienzos de los ochenta y cuya colección propia nutrió a esta institución. Su temprano fallecimiento truncó un camino en el que todavía tenía mucho que hacer y decir. Este premio es también un homenaje a su persona.
Por unanimidad, se ha decidido que el primer reconocimiento sea para la Sección de Cine de la Agrupación Artística Aragonesa. Esta sociedad cultural se fundó en 1918 y, tal como se indica en su página web, “nació de un grupo de amantes de lo artístico y especialmente de lo Aragonés”, siendo “fundada con la finalidad de agrupar a todos los artistas nacidos o educados en Aragón”. En un principio se dedicó sobre todo al arte teatral y lírico, pero pronto surgieron otras secciones consagradas a la literatura, el ajedrez, la jota, la filatelia y miniaturismo, así como el Radio Club de Aragón. La sección de cine se creó a finales de los ochenta con el nombre de Sefilma (Sección Filmográfica Audiovisual). Como otros conjuntos del momento, surgió con la desaparición de la Tertulia Cinematográfica Aragonesa con sede en el Café Levante. Por el grupo han pasado personas como Enrique Susín, Patxi García, Chema Novoa, Pilar Ibarzo, Carlos Pallarés, Javier Estella, José Manuel Fandos o Luz Gabás, y más recientemente han buscado su apoyo realizadores como Fernando Usón, Roberto Aznar o Emilio Larruga. Su cabeza visible es Pedro Aguaviva, un incansable hombre de cine. Desde su debut, en 1975 con Este férreo mundo con la que obtuvo el Gran Premio (ex-aequo) en la última edición del Festival Nacional de Cine Amateur de la Ciudad de Zaragoza en 1976, no ha dejado de dirigir convirtiéndose así en el decano de los realizadores amateurs de Aragón.
Lo interesante del colectivo es que no se ha ceñido exclusivamente a la elaboración de cortometrajes sino que además, con una gran amplitud de miras, ha organizado cursos de formación en lenguaje audiovisual, cuando no existía tan apenas la formación reglada de este ámbito en la ciudad, o ha desarrollado muestras de cine en el momento en que Zaragoza carecía de festival cinematográfico. En esta última faceta, hay que destacar la Muestra Aragonesa de Cine Independiente que se organizó en 1990 con Pedro Aguaviva como coordinador. Las siguientes ediciones fueron en los años 1991, 1992, 1994 y 1996 bajo la denominación de Muestra Aragonesa de Cine y Vídeo Independiente y tras la última, la quinta, dejó de celebrarse. Su apoyo a la difusión del cine hecho en Aragón y/o por aragoneses desde el ámbito aficionado ha sido encomiable y totalmente necesario.
Sefilma no sólo ha recogido el espíritu de la desaparecida Tertulia Cinematográfica Aragonesa sino que ha sabido mantenerlo durante mucho tiempo prolongando el arrojo y valentía de los pioneros, llevando a cabo una actividad fundamental de promoción del cine en todas sus facetas, con un fuerte espíritu crítico cuando ha hecho falta en una tierra de cine y cineastas, sí, pero con numerosos problemas y trabas de todo tipo. Todo esto y más lo convierten en absoluto merecedor de este primer galardón Manuel Rotellar. ¡Gracias por vuestro trabajo y enhorabuena!
En la foto, Pedro Aguaviva.
Nota: Aprovecho la publicación de este texto para recordar que la excepcional Vicky Calavia ha realizado un documental sobre la figura de Manuel Rotellar y ha abierto un blog dedicado a su figura y a la película.
Actualización: Entrada de Vicky Calavia sobre el premio en el blog Manuel Rotellar. Apuntes desde la fila 8.
2 comentarios:
http://rotellar.blogspot.com/2009/12/apuntes-desde-la-fila-8-en-fcz.html
Un abrazo, Vicky.
Gracias por el enlace, Vicky. Ahora pongo una actualización.
Un abrazo
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