El activo Pablo Aragüés vuelve y lo hace con su producción más ambiciosa hasta la fecha, Perceval. La historia, una mezcla del recorrido del Santo Grial por Huesca y la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Mesa Redonda, se ha realizado con los diálogos en latín para conseguir mayor verosimilitud. En la película se han invertido 200.000 Euros, aportados en parte por las ayudas al audiovisual de la DGA, la CAI y la Fundación Anselmo Pié de Huesca. Filmado en su totalidad en localizaciones del Altoaragón como el castillo de Loarre o el monasterio de San Juan de la Peña, en un rodaje de aproximadamente 20 días de duración y con un equipo técnico que llegó a estar formado por unas 100 personas, más 160 de extras. Y para las coreografías se ha recurrido a Max Maine, quien ha trabajado en títulos como Los inmortales (Highlander, 1986) o Braveheart (1995). El resultado podrá conocerse esta noche en el Museo Provincial, lugar en el que a partir de las 21:00 horas se proyectará en primicia el trabajo. De momento, el esfuerzo invertido ya ha tenido recompensa pues la obra ha sido seleccionada para participar en el Short Film Corner del Festival de Cannes. Pablo Aragüés sigue apuntando alto y todo indica que logrará sus objetivos. Pese a su juventud, ha demostrado sobradamente un gran dominio de la composición visual y el saber manejarse en películas complicadas en cuanto a producción. Su punto débil son los guiones pero todo se puede se aprender. Nacido en 1982, gran amante del cine norteamericano de los setenta, cuenta en su trayectoria con más de 15 cortometrajes en los que ha ido desarrollando una cada vez mayor pericia técnica. Y todavía tiene que estrenar su primer largometraje, Noches rojas. También escribe en un blog. Su lenguaje suele ser directo, a veces descarnado, y con sus sensaciones a flor de piel. Para los curiosos, dejo un enlace a una entrada en la que habla de Perceval. Nada mejor que sus palabras para hablar de la película.
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