
Tavernier habló de muchas cosas en Huesca. De su preocupación por la verosimilitud en sus películas, de su interés por la historia y de adaptar la mirada de su cámara a la época en que se ambiente la historia que esté contando o de la importancia que da al trabajo de los actores, a los que suele buscar personalmente estando atento a los estrenos teatrales entre otros aspectos. Indudablemente, viendo trabajos como La vida y nada más (La vie et rien d'autre,1989), Capitán Conan (Capitaine Conan, 1996) u Hoy empieza todo (Ça commence aujourd'hui, 1999), estas dos últimas protagonizadas por un inmenso Philippe Torreton, dan buena cuenta de sus comentarios y del cuidado que pone en sus películas. También quedó patente que le gusta hablar. La media de tiempo en cada respuesta superó los veinte minutos. Tan sólo fue breve cuando, acabando el tiempo del coloquio, un asistente le preguntó su opinión de la película Le chagrin et la pitié (Marcel Ophüls, 1969). “Chef-d'oeuvre” fue su corta pero contundente respuesta. Todo un placer disfrutar de la presencia de Bertrand Tavernier en Huesca.
La foto, cortesía de Perro Feroz Amarillo, pertenece a la rueda de prensa del pasado sábado por la mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario