Aprovechando la pereza veraniega, que no hay mucha actividad que reseñar (recomiendo entrar en la sección ciclos para estar al tanto de las propuestas vigentes, así como visitar la web de la Filmoteca que hoy retoma sus proyecciones tras las vacaciones de julio) y que a veces pasan desapercibidos interesantes textos de otras personas, recupero unas líneas de Diego Galán publicadas en El País (02/07/10) a propósito del estreno de la última película de Carlos Saura, Io, Don Giovanni.
El filme se estrenó en Zaragoza en los cines Palafox, en versión original subtitulada (está hablado en italiano y alemán), el pasado 25 de junio y apenas llegó a las tres semanas en cartel, hasta el 14 de julio.
“Piedras en el camino. Hay películas que nacen con mal pie o que se topan con piedras en el camino. Io, don Giovanni, de Carlos Saura, es una de ellas. Se trata de un proyecto ambicioso e imaginativo, en la línea de algunos recientes trabajos del director, que él llama ensayos, en los que el proceso de creación se transforma en la creación misma. En este caso, la relación entre Mozart y el libretista Da Ponte durante el tiempo en que elaboran la ópera del título, da pie a Saura a reflexionar sobre ese proceso y experimentar de camino con la imagen, la luz (de Vittorio Storaro), y la música (no solo de Mozart), añadiendo buen humor y ganas de disfrutar de la vida (es casi una oda al goce de la carne).
El rodaje de la película quedó interrumpido durante más de un año por problemas financieros, más tarde resueltos con la coproducción italiana. Se mantuvo en silencio durante otro largo tiempo, y ahora, cuando por fin se ha estrenado en España, lo ha hecho en condiciones realmente precarias. En Madrid y Zaragoza, con una sola copia por ciudad, y en Barcelona, para más inri, en vídeo Betacam; en otras ciudades, aún peor, simplemente en DVD. En estas condiciones técnicas no puede disfrutarse de la fotografía ni de los hallazgos sonoros con las calidades con que se creó la película. Puestos a prescindir del celuloide, ¿por qué no colgar la película directamente en Internet y que previo pago pueda ser vista desde cualquier lugar de la geografía española? Sería incongruente que los distribuidores que la están proyectando de tan lamentable manera lo consideraran competencia desleal. Al menos, así podrían conocerla cuantos tienen interés por la arriesgada y vital trayectoria de Saura, y que hayan sabido desoír algunas críticas que con frívola premura han puesto a parir este interesante Io, don Giovanni.
Hay muchos lugares de España a los que no llegan las películas que se estrenan en las grandes ciudades; hay otros, la mayoría, en que ni siquiera hay salas de cine... ¿No ha llegado el momento de dar el salto? Si Io, don Giovanni se estrena con tanta desgana en los cines, ¿por qué no se permite que la pueda ver todo el mundo en su casa?”
El filme se estrenó en Zaragoza en los cines Palafox, en versión original subtitulada (está hablado en italiano y alemán), el pasado 25 de junio y apenas llegó a las tres semanas en cartel, hasta el 14 de julio.
“Piedras en el camino. Hay películas que nacen con mal pie o que se topan con piedras en el camino. Io, don Giovanni, de Carlos Saura, es una de ellas. Se trata de un proyecto ambicioso e imaginativo, en la línea de algunos recientes trabajos del director, que él llama ensayos, en los que el proceso de creación se transforma en la creación misma. En este caso, la relación entre Mozart y el libretista Da Ponte durante el tiempo en que elaboran la ópera del título, da pie a Saura a reflexionar sobre ese proceso y experimentar de camino con la imagen, la luz (de Vittorio Storaro), y la música (no solo de Mozart), añadiendo buen humor y ganas de disfrutar de la vida (es casi una oda al goce de la carne).
El rodaje de la película quedó interrumpido durante más de un año por problemas financieros, más tarde resueltos con la coproducción italiana. Se mantuvo en silencio durante otro largo tiempo, y ahora, cuando por fin se ha estrenado en España, lo ha hecho en condiciones realmente precarias. En Madrid y Zaragoza, con una sola copia por ciudad, y en Barcelona, para más inri, en vídeo Betacam; en otras ciudades, aún peor, simplemente en DVD. En estas condiciones técnicas no puede disfrutarse de la fotografía ni de los hallazgos sonoros con las calidades con que se creó la película. Puestos a prescindir del celuloide, ¿por qué no colgar la película directamente en Internet y que previo pago pueda ser vista desde cualquier lugar de la geografía española? Sería incongruente que los distribuidores que la están proyectando de tan lamentable manera lo consideraran competencia desleal. Al menos, así podrían conocerla cuantos tienen interés por la arriesgada y vital trayectoria de Saura, y que hayan sabido desoír algunas críticas que con frívola premura han puesto a parir este interesante Io, don Giovanni.
Hay muchos lugares de España a los que no llegan las películas que se estrenan en las grandes ciudades; hay otros, la mayoría, en que ni siquiera hay salas de cine... ¿No ha llegado el momento de dar el salto? Si Io, don Giovanni se estrena con tanta desgana en los cines, ¿por qué no se permite que la pueda ver todo el mundo en su casa?”
5 comentarios:
Creo que debo ser de los pocos que vio "Io,Don Giovanni" en VOSE en el cine Palafox. En la línea del Saura "Arty" (hay otras dos: la críptica y la violenta, la más interesante) esta es una película muy estimable y, por supuesto, indispensable para todos aquellos que amen la música de Mozart que uno piensa con optimismo que deberían ser todos los mortales. El polo opuesto de "Amadeus". Un "post" el tuyo muy oportuno. Gracias.
Abra-cines "la ci darem la mano"
Estoy bastante de acuerdo con tu post. Es una pena que con tantas salas de cine la variedad de películas en cartel sea mínima (y que puedas ver el mismo blockbuster en 15 salas distintas...).
Supongo que parte de la culpa es de las distribuidoras y parte del público pero, en cualquier caso, creo que es hora de buscar medios de difusión alternativos como los que propones.
Gracias por vuestros comentarios.
Luis, yo también vi (y disfruté) la película de Saura, en una sesión en la estaríamos cerca de 20 personas.
Lobo de Bar, lo de las salas y variedad es un problema que se ha comentado por aquí en numerosas ocasiones. Como dices, todos tienen su parte de culpa y es un problema de difícil solución, máxime cuando no hay una educación al respecto. En cuanto a los canales alternativos, afortundamente esta ciudad tiene unos cuantos para ver cine diferente.
Saludos
Yo fui otro de los que la vio en VO, y debo decir que pasé un rato excelente. En mi función estábamos un par de docenas y entre ellos había varios conocidos míos. Incluso hubo un conato de aplausos...
Creo que el filme está bastante conseguido y resulta un apreciable goce estético, lo que no es nada desdeñable.
Y la música de Mozart siempre se escucha con agrado...
Gracias por la visita y el comentario, Fernando.
Está visto que los que fuimos a ver la película disfrutamos de sus numerosos atractivos. A mi me alegró especialmente ver algún espectador joven (probablemente serían estudiantes de música).
Un abrazo
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