Mañana comienza la tercera edición de este ciclo extraordinario del Aula de Cine de la Universidad, coorganizado por la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán y que este año cuenta además con la colaboración del Goethe Institut. Gracias al éxito de las dos ediciones previas regresa cada vez más consolidado Cine alemán del siglo XXI, cuyo programa de compone de cinco títulos recientes todos ellos inéditos en Zaragoza o, en el mejor de los casos, muy poco difundidos pese a su interés. Os dejo con la presentación de Daniel F. Hübner:
“La consolidación en esta última década del cine en lengua alemana en el panorama nacional como internacional es un hecho incontestable, cuya explicación exigiría un análisis reposado de factores muy distintos, que no puede abordarse en el breve espacio de esta presentación. Sin embargo, hay una razón que, sin duda, merece destacarse, tal como hace el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, en una reciente entrevista: el gran potencial de una nueva generación de directores, cuya actividad cinematográfica se desarrolla en géneros muy diversos y cuya labor no sólo es reconocida en festivales de cine de todo el mundo, sino que también suscita el interés del público.
Se trata de un conjunto de autores nacidos en su mayoría entre los años sesenta y setenta del siglo pasado y que debutan en el cine en el cambio de siglo. A los reputados nombres de Caroline Link (1964), Tom Tykwer (1965), Fatih Akin (1973) o von Donnersmarck (1973), algunos ya programados en este foro en ocasiones precedentes, se suman aquí, en esta tercera edición del ciclo de Cine alemán del siglo XXI que organizan la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán y el Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Goethe-Institut de Madrid, los de Anno Saul (1963), Michael Schorr (1965), Hans-Christian Schmid (1965) o Matthias Luthardt (1972); un elenco de autores cuyas películas apenas si han tenido presencia en las salas zaragozanas y que, a través de los títulos seleccionados, nos permiten adentrarnos en sus comienzos cinematográficos.
Así, el análisis de las relaciones personales en nuestra sociedad contemporánea que, en clave dramática, nos ofrecen Michael Schorr en Schultze Gets the Blues (2003) y Matthias Luthardt en Pingpong (2006) supone, en ambos casos, su debut como realizadores de largometrajes para la gran pantalla. Ambos coinciden en la austeridad y contención expresivas y en un ritmo pausado de acción y cámara, en lo que son algunos de los rasgos destacados por la crítica para esta generación que, por lo demás, y como no podía ser de otra manera, es saludablemente heterogénea. De ello deja constancia Kebab Connection (2005), la trepidante comedia con la que Anno Saul nos confronta con una temática recurrente en el cine alemán reciente, el choque cultural en la población turcoalemana de nuestros días, y que constituye su segunda película. En el caso de Requiem (2006) nos encontramos con el que hace ya el sexto largometraje de Hans-Christian Schmid, director más precoz y prolífico que los anteriores. Su retrato –ambientado en los años setenta e inspirado en hechos reales– de los excesos de un catolicismo exacerbado se distancia temáticamente de las películas anteriores, pero comparte con las dos primeras tanto una decidida voluntad de verismo, como una paleta de colores desvaídos que contribuye a subrayar la densidad de la atmósfera en la que se desenvuelven los personajes.
Por otra parte, la vigencia del cine alemán se manifiesta también en la vitalidad creativa de directores de generaciones anteriores, que se benefician de este interés renovado por el cine en lengua alemana. El pasado año, por ejemplo, el público de los festivales de Roma y Toronto pudo redescubrir a una de las protagonistas de ese movimiento fundamental del cine alemán del pasado siglo que dio en denominarse Nuevo Cine Alemán, Margarethe von Trotta (1942), a través de su película Vision. Aus dem Leben der Hildegard von Bingen (Visión. De la vida de Hildegard von Bingen, 2009). Mientras que otro de sus representantes más conocidos, Werner Herzog (1942), se convertía en el primer director en optar con dos películas, Bad Lieutenant: Port of Call - New Orleans (Teniente corrupto, 2009) y My Son, My Son, What Have Ye Done (2009), al León de Oro en el Festival de Venecia. De su misma generación, si bien situado en los márgenes de dicho movimiento, es Rudolf Thome (1939), de quien se presenta aquí su vigésimo quinta película, Das Sichtbare und das Unsichtbare (Lo visible y lo invisible, 2007). Su nueva entrega de esa crónica radicalmente individualista con la que, desde hace cuatro décadas, nos presenta las problemáticas relaciones personales en el mundo de la burguesía urbana, culta y acomodada de Alemania, aquí encarnada por una pareja de pintores, nos ofrece una excelente oportunidad de confirmar algunas continuidades de la cinematografía alemana, por encima de las diferencias generacionales, e indagar en las posibles filiaciones de sus autores más recientes – todo ello sin menoscabo, desde luego, del placer que, espero, nos haya de producir el visionado de esta selección de filmes del cine alemán de los últimos años.”
Todas las proyecciones serán en el Salón de Actos de la Biblioteca María Moliner de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (Campus de Plaza San Francisco), a partir de las 19:00 horas y con entrada libre.
El ciclo completo
11/02 Schultze alcanza el Blues de Michael Schorr. 114 min. 2003, Alemania
15/02 Kebab Connection de Anno Saul. 96 min. 2005, Alemania
17/02 Pingpong de Matthias Luthardt. 89 min. 2006, Alemania
22/02 Réquiem. El exorcismo de Micaela de Hans-Christian Schmid. 93 min. 2006, Alemania
25/02 Lo visible y lo invisible de Rudolf Thome. 118 min. 2007, Alemania
Más información sobre el ciclo entrando aquí.
“La consolidación en esta última década del cine en lengua alemana en el panorama nacional como internacional es un hecho incontestable, cuya explicación exigiría un análisis reposado de factores muy distintos, que no puede abordarse en el breve espacio de esta presentación. Sin embargo, hay una razón que, sin duda, merece destacarse, tal como hace el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, en una reciente entrevista: el gran potencial de una nueva generación de directores, cuya actividad cinematográfica se desarrolla en géneros muy diversos y cuya labor no sólo es reconocida en festivales de cine de todo el mundo, sino que también suscita el interés del público.
Se trata de un conjunto de autores nacidos en su mayoría entre los años sesenta y setenta del siglo pasado y que debutan en el cine en el cambio de siglo. A los reputados nombres de Caroline Link (1964), Tom Tykwer (1965), Fatih Akin (1973) o von Donnersmarck (1973), algunos ya programados en este foro en ocasiones precedentes, se suman aquí, en esta tercera edición del ciclo de Cine alemán del siglo XXI que organizan la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán y el Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Goethe-Institut de Madrid, los de Anno Saul (1963), Michael Schorr (1965), Hans-Christian Schmid (1965) o Matthias Luthardt (1972); un elenco de autores cuyas películas apenas si han tenido presencia en las salas zaragozanas y que, a través de los títulos seleccionados, nos permiten adentrarnos en sus comienzos cinematográficos.
Así, el análisis de las relaciones personales en nuestra sociedad contemporánea que, en clave dramática, nos ofrecen Michael Schorr en Schultze Gets the Blues (2003) y Matthias Luthardt en Pingpong (2006) supone, en ambos casos, su debut como realizadores de largometrajes para la gran pantalla. Ambos coinciden en la austeridad y contención expresivas y en un ritmo pausado de acción y cámara, en lo que son algunos de los rasgos destacados por la crítica para esta generación que, por lo demás, y como no podía ser de otra manera, es saludablemente heterogénea. De ello deja constancia Kebab Connection (2005), la trepidante comedia con la que Anno Saul nos confronta con una temática recurrente en el cine alemán reciente, el choque cultural en la población turcoalemana de nuestros días, y que constituye su segunda película. En el caso de Requiem (2006) nos encontramos con el que hace ya el sexto largometraje de Hans-Christian Schmid, director más precoz y prolífico que los anteriores. Su retrato –ambientado en los años setenta e inspirado en hechos reales– de los excesos de un catolicismo exacerbado se distancia temáticamente de las películas anteriores, pero comparte con las dos primeras tanto una decidida voluntad de verismo, como una paleta de colores desvaídos que contribuye a subrayar la densidad de la atmósfera en la que se desenvuelven los personajes.
Por otra parte, la vigencia del cine alemán se manifiesta también en la vitalidad creativa de directores de generaciones anteriores, que se benefician de este interés renovado por el cine en lengua alemana. El pasado año, por ejemplo, el público de los festivales de Roma y Toronto pudo redescubrir a una de las protagonistas de ese movimiento fundamental del cine alemán del pasado siglo que dio en denominarse Nuevo Cine Alemán, Margarethe von Trotta (1942), a través de su película Vision. Aus dem Leben der Hildegard von Bingen (Visión. De la vida de Hildegard von Bingen, 2009). Mientras que otro de sus representantes más conocidos, Werner Herzog (1942), se convertía en el primer director en optar con dos películas, Bad Lieutenant: Port of Call - New Orleans (Teniente corrupto, 2009) y My Son, My Son, What Have Ye Done (2009), al León de Oro en el Festival de Venecia. De su misma generación, si bien situado en los márgenes de dicho movimiento, es Rudolf Thome (1939), de quien se presenta aquí su vigésimo quinta película, Das Sichtbare und das Unsichtbare (Lo visible y lo invisible, 2007). Su nueva entrega de esa crónica radicalmente individualista con la que, desde hace cuatro décadas, nos presenta las problemáticas relaciones personales en el mundo de la burguesía urbana, culta y acomodada de Alemania, aquí encarnada por una pareja de pintores, nos ofrece una excelente oportunidad de confirmar algunas continuidades de la cinematografía alemana, por encima de las diferencias generacionales, e indagar en las posibles filiaciones de sus autores más recientes – todo ello sin menoscabo, desde luego, del placer que, espero, nos haya de producir el visionado de esta selección de filmes del cine alemán de los últimos años.”
Todas las proyecciones serán en el Salón de Actos de la Biblioteca María Moliner de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (Campus de Plaza San Francisco), a partir de las 19:00 horas y con entrada libre.
El ciclo completo
11/02 Schultze alcanza el Blues de Michael Schorr. 114 min. 2003, Alemania
15/02 Kebab Connection de Anno Saul. 96 min. 2005, Alemania
17/02 Pingpong de Matthias Luthardt. 89 min. 2006, Alemania
22/02 Réquiem. El exorcismo de Micaela de Hans-Christian Schmid. 93 min. 2006, Alemania
25/02 Lo visible y lo invisible de Rudolf Thome. 118 min. 2007, Alemania
Más información sobre el ciclo entrando aquí.
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