Se estima que el 80% de la producción fílmica del periodo mudo se ha perdido. Es decir, tenemos un conocimiento parcial de la historia del cine de aquella época. Sin embargo, el legado que algunas cinematografías y creadores nos han dejado es fundamental. Más aún porque su material tiene el valor añadido de ser superviviente. Es el caso del cine nórdico con directores como Gustaf Molander, Mauritz Stiller –ambos nacidos en Finlandia–, Benjamin Christensen, Carl Theodor Dreyer –daneses los dos– o Victor Sjöström –de nacionalidad sueca–. Y precisamente a este último dedica su ciclo anual centrado en el cine silente el Aula de Cine de la Universidad. Esta tarde comenzará en Huesca y mañana lo hará en Zaragoza, donde llega a su séptima edición.
Victor David Sjöström nació en Silbodal, Varmlands (Suecia) el 20 de septiembre de 1879. Empezó su trayectoria artística como actor, incorporándose a los 17 años a una compañía teatral ambulante. Trabajó así como intérprete y gerente, llegando a fundar su propio conjunto en 1911. Con el desarrollo de la industria cinematográfica en Suecia, fue contratado por la Svenska Bio en 1912. Esta productora atrajo a numerosos talentos del teatro para que trabajaran como actores y directores. Sjöström comenzó una carrera cinematográfica en la que fue compaginando tareas como director, guionista y actor, protagonizando en numerosas ocasiones las películas que dirigía y participando en algunos films conducidos por otra figura importante de aquel momento, Mauritz Stiller.
En esa década dirigió más de treinta obras, una gran parte de las cuales no se ha conservado. De este tiempo es Ingeborg Holm (1913), considerado el primer clásico del cine sueco. En 1917 logró un enorme éxito con Había una vez un hombre (Terje Vigen), adaptación de un poema de Henrik Ibsen. Para muchos estudiosos, no es sólo el comienzo de la época de madurez de Sjöström sino de la Edad de Oro del cine sueco.
Firmó a continuación títulos imprescindibles como Los proscritos (Berg-Ejvind och hans hustru, 1918) o La carreta fantasma (Körkarlen, 1921) que aumentaron su fama. Viviendo un periodo álgido aceptó la invitación para acudir a Hollywood, en donde se instaló en 1923. Rebautizado Victor Seastrom por la industria norteamericana, llegó a realizar nueve películas contratado por la Metro Goldwyn Mayer (todavía Goldwyn Pictures Corporation en la primera de ellas). Allí dirigió a grandes actores como Lon Chaney, en El que recibe el bofetón (He Who Gets Slapped, 1924) y Amor de padre (The Tower of Lies, 1925), Lillian Gish, en La mujer marcada (The Scarlet Letter, 1926) y El viento (The Wind, 1928), o a la mismísima Greta Garbo (descubierta por Stiller, su principal mentor en los primeros años) en la prácticamente desaparecida La mujer divina (The Divine Woman, 1928), de la que solamente se conservan nueve minutos. Pese a obtener importantes éxitos, el director sueco confesó que se sintió “perdido entre los grandes decorados y medios técnicos de los que no entendía nada, y me pasaba el día preguntándome cuando podría volver a Suecia, aunque fuera fracasado”.
Tras su última película en Estados Unidos, la ya sonora La mujer que amamos (A Lady to Love, 1930), Sjöström volvió a Suecia. Apenas volvió a dirigir, culminando esta faceta con Bajo el manto escarlata (Under the Red Robe, 1937), de producción británica, dedicándose sobre todo a la interpretación. Participó así en Ordet. La palabra (Ordet, Carl Theodor Dreyer, 1943), cerrando su carrera con la magistral Fresas salvajes (Smultronstället, Ingmar Bergman, 1957). Falleció en Estocolmo el 3 de enero de 1960, a la edad de 80 años.
Las sesiones de Zaragoza tendrán lugar en el Salón de Actos de la biblioteca María Moliner (Campus de San Francisco), y en Huesca se llevarán a cabo en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación (C/ Valentín Carderera, 4). En ambos casos a partir de las 19:15 horas y con entrada libre.
El ciclo completo (fechas de Zaragoza)
02/12 La extraña aventura del ingeniero Lebel de Victor Sjöström. 35 min. 1916, Suecia
02/12 Había una vez un hombre de Victor Sjöström. 59 min. 1917, Suecia
03/12 Los proscritos de Victor Sjöström. 73 min. 1918, Suecia
04/12 El monasterio de Sendomir de Victor Sjöström. 53 min. 1920, Suecia
09/12 La carreta fantasma de Victor Sjöström. 107 min. 1921, Suecia
10/12 El que recibe el bofetón de Victor Sjöström. 84 min. 1924, EEUU
17/12 La mujer marcada de Victor Sjöström. 89 min. 1926, EEUU
18/12 El viento de Victor Sjöström. 79 min. 1928, EEUU
Más información sobre el ciclo en Huesca aquí.
Nota: Esta tarde en Huesca también tendrá lugar la proyección de tres cortometrajes de Félix Viscarret para conmemorar el Día Mundial del Sida. Será en la Escuela Universitaria de Enfermería (situada en el Hospital San Jorge), a partir de las 17:00 horas y con entrada libre. Tras el pase habrá un coloquio dirigido por el educador y creador audiovisual Antonio Campo.
Victor David Sjöström nació en Silbodal, Varmlands (Suecia) el 20 de septiembre de 1879. Empezó su trayectoria artística como actor, incorporándose a los 17 años a una compañía teatral ambulante. Trabajó así como intérprete y gerente, llegando a fundar su propio conjunto en 1911. Con el desarrollo de la industria cinematográfica en Suecia, fue contratado por la Svenska Bio en 1912. Esta productora atrajo a numerosos talentos del teatro para que trabajaran como actores y directores. Sjöström comenzó una carrera cinematográfica en la que fue compaginando tareas como director, guionista y actor, protagonizando en numerosas ocasiones las películas que dirigía y participando en algunos films conducidos por otra figura importante de aquel momento, Mauritz Stiller.
En esa década dirigió más de treinta obras, una gran parte de las cuales no se ha conservado. De este tiempo es Ingeborg Holm (1913), considerado el primer clásico del cine sueco. En 1917 logró un enorme éxito con Había una vez un hombre (Terje Vigen), adaptación de un poema de Henrik Ibsen. Para muchos estudiosos, no es sólo el comienzo de la época de madurez de Sjöström sino de la Edad de Oro del cine sueco.
Firmó a continuación títulos imprescindibles como Los proscritos (Berg-Ejvind och hans hustru, 1918) o La carreta fantasma (Körkarlen, 1921) que aumentaron su fama. Viviendo un periodo álgido aceptó la invitación para acudir a Hollywood, en donde se instaló en 1923. Rebautizado Victor Seastrom por la industria norteamericana, llegó a realizar nueve películas contratado por la Metro Goldwyn Mayer (todavía Goldwyn Pictures Corporation en la primera de ellas). Allí dirigió a grandes actores como Lon Chaney, en El que recibe el bofetón (He Who Gets Slapped, 1924) y Amor de padre (The Tower of Lies, 1925), Lillian Gish, en La mujer marcada (The Scarlet Letter, 1926) y El viento (The Wind, 1928), o a la mismísima Greta Garbo (descubierta por Stiller, su principal mentor en los primeros años) en la prácticamente desaparecida La mujer divina (The Divine Woman, 1928), de la que solamente se conservan nueve minutos. Pese a obtener importantes éxitos, el director sueco confesó que se sintió “perdido entre los grandes decorados y medios técnicos de los que no entendía nada, y me pasaba el día preguntándome cuando podría volver a Suecia, aunque fuera fracasado”.
Tras su última película en Estados Unidos, la ya sonora La mujer que amamos (A Lady to Love, 1930), Sjöström volvió a Suecia. Apenas volvió a dirigir, culminando esta faceta con Bajo el manto escarlata (Under the Red Robe, 1937), de producción británica, dedicándose sobre todo a la interpretación. Participó así en Ordet. La palabra (Ordet, Carl Theodor Dreyer, 1943), cerrando su carrera con la magistral Fresas salvajes (Smultronstället, Ingmar Bergman, 1957). Falleció en Estocolmo el 3 de enero de 1960, a la edad de 80 años.
Las sesiones de Zaragoza tendrán lugar en el Salón de Actos de la biblioteca María Moliner (Campus de San Francisco), y en Huesca se llevarán a cabo en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación (C/ Valentín Carderera, 4). En ambos casos a partir de las 19:15 horas y con entrada libre.
El ciclo completo (fechas de Zaragoza)
02/12 La extraña aventura del ingeniero Lebel de Victor Sjöström. 35 min. 1916, Suecia
02/12 Había una vez un hombre de Victor Sjöström. 59 min. 1917, Suecia
03/12 Los proscritos de Victor Sjöström. 73 min. 1918, Suecia
04/12 El monasterio de Sendomir de Victor Sjöström. 53 min. 1920, Suecia
09/12 La carreta fantasma de Victor Sjöström. 107 min. 1921, Suecia
10/12 El que recibe el bofetón de Victor Sjöström. 84 min. 1924, EEUU
17/12 La mujer marcada de Victor Sjöström. 89 min. 1926, EEUU
18/12 El viento de Victor Sjöström. 79 min. 1928, EEUU
Más información sobre el ciclo en Huesca aquí.
Nota: Esta tarde en Huesca también tendrá lugar la proyección de tres cortometrajes de Félix Viscarret para conmemorar el Día Mundial del Sida. Será en la Escuela Universitaria de Enfermería (situada en el Hospital San Jorge), a partir de las 17:00 horas y con entrada libre. Tras el pase habrá un coloquio dirigido por el educador y creador audiovisual Antonio Campo.
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