Las películas favoritas de los españoles

Acabo de leer que, según una encuesta, las películas favoritas de todos los tiempos de los españoles son Lo que el viento se llevó como extranjera y Volver como nacional. Curioso resultado que sorprende más cuando aparecen los siguientes títulos. Extranjeras: Pretty Woman, Spiderman, Titanic, El señor de los anillos, Ghost, 300, La guerra de las galaxias, Gladiator y Piratas del Caribe. Españolas: Mar adentro, El laberinto del fauno, Torrente, Los otros, Todo sobre mi madre, Mujeres al borde un ataque de nervios, Los santos inocentes, Airbag y Tacones lejanos. Más allá de la discutible calidad de algunas de las películas (no voy a valorar los gustos del público), lo que está claro es que no se conoce la historia del cine. La película española más antigua que aparece entre las diez es Los santos inocentes, de 1984. Nada de, por ejemplo, Berlanga. Y mientras que entre las extranjeras la primera ha resultado Lo que el viento se llevó, de 1939, el resto de filmes ya nos llevan hasta finales de los setenta. Al parecer se entrevistaron a 1010 personas a las que se les planteó una cuestión abierta: “¿Me podría decir cuál es su película española -o extranjera- favorita de todos los tiempos?” Como se dice en la noticia, los encuestados “han ido mencionando aquellas que les venían a la mente de forma más inmediata, fórmula que explica los bajos porcentajes otorgados a cada uno de los títulos de las películas, aclaran los responsables de la encuesta.” No sólo explica eso, sino también que han nombrado muchos filmes que han visto recientemente, por eso la gran mayoría de títulos contemporáneos. Para mí, lo más relevador, y sin darle demasiada importancia a la encuesta, es lo que comentaba antes: hay un gran desconocimiento de la historia del cine. Y también de las cinematografías de otros países pues las diez extranjeras son de procedencia norteamericana. Es uno de los problemas de base respecto a la consideración del cine. Para una gran mayoría, el cine consiste únicamente de entretenerse un par de horas y olvidarse de todo, incluso de la película transcurridos unos días. Pero el cine es eso y muchas más cosas. Algo de lo que no parecen querer enterarse nuestros políticos. El cine debería estar en la enseñanza ya desde primaria. Con unas nociones básicas para empezar sería más que suficiente. Una educación audiovisual que permita desarrollar la sensibilidad de esos futuros espectadores. Ni siquiera habría que hacer exámenes, para que los alumnos no le cogieran tirria. Hay que intentarlo para comprobar si vale de algo. Quizá se trate de la primera piedra para cambiar las cosas y para que el público disfrute igualmente con los Torrentes pero también con películas como La soledad (Jaime Rosales, 2007), una de las mejores obras del cine español de los últimos años que desgracidamente ha pasado prácticamente desapercibida. Por cierto, ¿1010 personas representan los gustos de todos los españoles? A las encuestas no sólo les falta sentido común sino también más rigurosidad. Eso sí, me suelen divertir de lo lindo.