¡Nuestra ciudad es fantástica! Sí, como lo oyen. La quinta ciudad del país, con un crecimiento imparable y ese bombazo de la Expo que nos va a catapultar a una situación de privilegio nunca antes conocida. Estas cosas no las digo yo. Suelen decirlas los gestores de la urbe, esos que cuando hay elecciones son aclamados por unos cuantos como si fueran estrellas de cine en vez de trabajadores. Pero yo, ante todo esto, no puedo más que reírme (por no llorar). Hace un mes cerraron los Buñuel (perdonen que insista), agravando un problema que llevamos años padeciendo: muchas películas interesantes, procedentes de casi todo el mundo excepto de los Estados Unidos, no se estrenan. ¿De qué se puede presumir viviendo esta situación? Estamos cojos en un aspecto fundamental de la cultura. Porque, señores, el cine es cultura/arte además de ocio e industria. Afortunadamente, existen otros medios para ver muchas de estas películas pero qué quieren que les diga, me gusta ir a las salas de cine. Y eso pese a que muchas veces te espantan las malas proyecciones o la mala educación de algunos espectadores. Pero esto son otras cuestiones. Lo terrible es que muchos filmes se estrenen algunas semanas después, en el mejor de los casos. Así ha sucedido con Fast Food Nation (Richard Linklater, 2006). Estrenada en España el 13 de julio, aquí lo hizo el 27 (doblada, por supuesto). Como digo, este es un mal menor. El siguente escalafón es aquellas películas que si no recupera la Filmoteca no se verán en una pantalla de cine. Un ejemplo reciente es Inland Empire (David Lynch, 2006). Se estrenó el 23 de febrero pero aquí no la pudimos ver hasta que la programó la Filmo a mediados de junio. Por último, nos encontramos la mayor de las incongruencias, incluso cómica, y que ha motivado la escritura de este post. La última película de Bahman Ghobadi, Media Luna (Niwemang, 2006), debería haberse estrenado el pasado 27 de julio. Y digo debería porque, como habrán deducido, en Zaragoza no lo ha hecho. Podrá gustar más o menos, pero ha ganado dos veces la Concha de Oro en San Sebastián y sus obras no suelen dejar indiferente. Su anterior filme, Las tortugas también vuelan (Lakposhtha hâm parvaz mikonand, 2004), se estrenó con varias semanas de retraso en los Renoir. Esperemos que ahora suceda lo mismo o la recupere la Filmoteca en unos meses. Mientras tanto, hoy me encuentro que El Periódico de Aragón publica una entrevista con Ghobadi. Cuando algún despistado vaya a mirar la cartelera para saber dónde se pone, no la encontrará por ningún lado. Tendrá que recurrir a medios alternativos: irse a Madrid, internet, esperar… En fin, no descubro nada nuevo pero es que vivimos rodeados de incongruencias y a mi me da la risa floja.
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10 comentarios:
No sé de qué te quejas, Toni. Hay una variedad tremenda para elegir en Zaragoza:
Los Simpson puedes elegir verla en cualquiera de las 5 salas en que la proyectan.
Harry Potter, Shreck Tercero, o El guía del desfiladero, puedes elegir verlas entre 3 salas cada una.
Y el mayor abanico de posibilidades te lo ofrece Ratatouille, que tienes nada menos que ¡7 salas! entre las que elegir dónde verla, en esta gran, culta y cinéfila ciudad.
Otra cosa no, pero variedad ya lo creo que tenemos.
Un abrazo irónico.
Pfa
y luego se quejan de las descargas en la red... esa si que es otra gran incongruencia!!! en fin, pacieeeeeeeencia ;)
Con la llegada de los cines Yelmo se concentrarán todos en un macrocine. Pero bueno, siempre quedarán los Renoir; allí van los verdaderos amantes del cine.
Gracias por vuestros comentarios.
Está claro que van a aumentar las pantallas de cine en la ciudad pero, como siempre, eso no redundará en una mayor oferta. Nos seguiremos perdiendo muchas películas. Sin ir más lejos, hoy mismo no se han estrenado "Sympathy for Lady Vengeance", del surcoreano Park Chan-wook, o "Election 2", del hongkonés Johnny To. Mientras, otros títulos ocupan salas y más salas. ¡Qué penica da! De momento nos quedan los Renoir. A ver por cuánto tiempo.
Saludos
Buf, es verdad lo leí en el periódico. Se ha estrenado "Sympathy for Lady Vengeance" ¿Hasta dónde carajo tendremos que ir para verla? Buf, en pantalla grande... ¡Quiero!¡Quiero!
Así es, Christian. Tendremos que fletar autobuses para ir a Madrid o Barcelona a ver las pelis que queremos en pantalla grande. Si a veces se hace para conciertos, ¿por qué no para el cine?, jejeje.
Abrazos
Sí, esta es una de las cosas más irritantes de esta ciudad. De hecho, varias veces me han dado rabietas con el tema:
aquí: http://elsuenodelamarmota.blogspot.com/2007/06/grindhouse-movies.html
aquí:
http://elsuenodelamarmota.blogspot.com/2006/12/busco-palindromos.html
y, especialmente, aquí:
http://elsuenodelamarmota.blogspot.com/2007/02/estoy-hasta-los-huevos-u-otra-peli-que.html
Por otra parte, los Renoir no son tan maravillosos. Entiendo que bastante hacen, viendo el panorama, pero, ¿por qué ponen las pelóiculas dobladas, incluso cuando son trabajos que ya se están proyectando en otras salas zaragozanas?
De todas formas, supongo que serán los siguientes en caer. Cuando vi Fast Food Nation no llegábamos a cinco en la sala.
¡Ay!, Marta, ya veo que es una batalla en la que llevas tiempo sumergida.
En cuanto a lo de los Renoir, me temo que sea como dices: los próximos en caer. Ya se comenta que no están en un buen momento y no sólo aquí. ¡Qué miedo!
Respecto a lo de la v.o.s.e., también da mucha pena pero por mucho que defiendan el cine europeo si no les cuadran las cuentas y va más público a las dobladas... Por lo que habría que preguntarse es sobre la educación cinematográfica de los espectadores y su sensibilidad hacia el cine. Creo que esa es la otra parte del problema. Habrá que reflexionar sobre el tema.
Siguiendo con la v.o.s.e., lo que sí podrían plantearse, como ya he dicho en alguna ocasión anterior, es un día de la semana dedicado a ella y con la entrada un poco más barata (4,50 o 5 Euros por ejemplo), a ver qué tal iba. Por propuestas y posibles soluciones que no sea.
Muchas gracias por tu visita.
Saludos
Siento especialmente lo de los Buñuel. Bueno, tengo los mismos sentimientos cada vez que cierran un cine porque inmediatamente recuerdo las peliculas que vi alli y que me gustaron. En este caso, asi y a bote pronto me vienen El clan de los irlandeses o Mucho ruido y pocas nueces. Tampoco es que todo fueran peliculas distintivas las que hacian alli, muchas eran esas cintas independientes que aspiraban a ser comerciales. En cualquier caso, todavia no se como se va a los Buñuel, por eso tenian tanto misterio, siempre he tenido que llegar alli en compañia, si no, me pierdo. Es una pena si, porque siguen sin estrenarse un monton de peliculas que quiero ver, ni Johnny To ni nada. Una lastima, si
Gracias por tu comentario. Irremediablemente, el lugar donde se encuentran los cines forma parte de nuestra geografía sentimental de la ciudad... aunque no se sepa llegar o quizá más aún por eso. Tampoco es que debamos ser esclavos de la nostalgia, pero entre los cines distribuidos por las calles y los de los centros comerciales (por buenos y cómodos que sean algunos), me quedo con los primeros. Pero visto lo visto, hay que adaptarse a los tiempos.
Un cordial saludo
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