Después de casi tres meses de tortura, pues no se puede llamar de otra manera lo que han hecho, Jafar Panahi fue liberado el pasado martes. Para ello tuvo que pagar una fianza de 150.000 Euros (160.000 según otras fuentes). No se trata del único cineasta, ni siquiera del único artista o, simplemente, del único ciudadano iraní encarcelado sin haber cometido delito alguno, pero al menos su caso ha servido para que se conozcan más situaciones y se denuncien. Aunque me alegra que Panahi ya no esté encarcelado, todavía tiene que ser juzgado. De momento no puede salir de su país ni trabajar, por lo que su situación sigue siendo incierta. Si queréis todavía os podéis sumar a la acción emprendida por Amnistía Internacional y los que usáis Facebook podéis además sumaros al del director.Artículos:
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-El País: Irán prohibe la última película de Kiarostami
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